04 diciembre 2010

... EL HADA DE MI VIDA

Y entonces me di cuenta. No me he encontrado a mí misma... por lo menos, no he encontrado una yo que sea diferente de la que estaba contigo... porque, en realidad, sigo haciendo las mismas cosas los fines de semana, sigo escuchando la misma música y sigo teniendo los mismos hábitos de dormir... y de comer... Lo único que ha cambiado, es que ya no necesito hacerlo contigo.

Antes pensaba que tenía que encontrar las cosas que me gustaban hacer a mí... sin que tú las hubieras influido... deshacerme de "nuestra vida"... y tonta de mí, no me daba cuenta que, igual que tú estabas en mí, yo estaba en ti... y que eso se traduce en que, las cosas que te di, no tengo porque vivir sin ellas...

Es extraño cómo vamos avanzando en nuestro camino... no damos grandes pasos cuando queremos... sino sin darnos cuenta, sin más... viendo una película, escuchando una canción, contándole a una amiga lo que sucedió... Damos pasos que nos sorprenden, cuando el camino se nos muestra lo más tranquilo posible... damos pasos sin quererlo, y miramos atrás para comprobar que de verdad es tan grande como sospechamos.

Me encantan mis nuevos fines de semana, porque me recuerdan lo mucho que me quiero. Ya no me recuerdan con quien no estoy, ni lo que podría estar haciendo que no hago, ni la inmensidad de la ciudad en la que vivo.

Me encantan mis fines de semana... porque es entonces cuando puedo estar conmigo.

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