23 septiembre 2010

... A LA DÉCIMO QUINTA

Algunas veces se cruzan personas en tu vida que mientras veías venir, aparentaban poseer la belleza de una estrella fugaz, y sin embargo, al pasar a tu lado, ves como lo único que son capaces de hacer es arrasar con lo que dicen acariciar.

Y mientras pasan, te ciegan... y sin vista te dejan durante un tiempo. Crees que has aprendido que no debes prejuzgar... pero no quieres dejarte quemar una y otra vez. Así que optas por alejarte de aquellos meteoritos que no saben controlar su viaje... por lo menos aquellos que ya conoces y sabes como funcionan. Optas por no dejar que te abrasen.

Y no sabes ni cómo ni porqué, esas personas que antes desarrollaban su vida sin que tú existieses... un día se les da por "querer saber de ti"... como si fueses de esas personas a las que les agrada acercarse a lugares en llamas... sólo por comprobar si te quemarán o no.

No oculto ni mis pensamientos ni mis sentimientos. Quien me cae mal, lo sabe, y quien me agrada, lo nota. A quien prefiero ver de lejos, se lo digo claramente, y con quien me gusta quedar, lo hago lo más a menudo que puedo. Me gusta que al expresar claramente no querer tener una relación con una persona, ella me escuche y, aunque sea por décimo quinta vez, me haga caso y se separe de mí. Pero después de cierto tiempo, te percatas de que esas personas que no quieres tener cerca, porque no te hacen ningún bien, nunca te escucharán... y que el único modo, será dejar de hablar con ellos.

Sé que no es mi estilo, pero realmente... eres cansino.

No hay comentarios: