31 agosto 2010

... CONFORME

Hay personas que simplemente no han nacido para estar juntas. Personas que si se unen sólo traen desgracias para otras a las que tocan lateralmente. Pero, ¿hasta qué punto nuestra vida afecta a los que están en nuestro entorno? ¿Realmente tenemos tanto poder de decisión? ¿Realmente existe el efecto mariposa?

Piénsalo bien. Hay algunas cosas que has hecho y otras que en algún momento has dicho, que han supuesto un antes y un después. Hay algunas situaciones por las que has pasado que te han cambiado totalmente... a lo que solemos denominar aprender. Pero por un momento me gustaría simplemente olvidar. Empezar el día de mañana sin tener en cuenta nada que haya podido pasar antes, porque en realidad, lo único que haces así, es perder ocasiones, mejores o peores, pero ocasiones de sentirte viva, al fin y al cabo.

¿Y si la experiencia no fuese más que una acumulación de malas situaciones que lo único que te permiten es prejuzgar tu presente? ¿Y si por un momento dejas de pensar en antiguos errores? ¿Y si por una vez, en vez de decir que hay que ser consecuente, haces realmente lo que deseas? ¿Y si nos olvidamos de los prejuicios?

Qué bonito suena y qué surrealista. ¿Tan complicado es para que nunca nos atrevamos a hacerlo? Será que como mínimo tendríamos que encontrarnos con alguien que pensase igual porque, por alguna razón, no nos atrevemos a escribir nuestra historia solos. Siempre buscamos a alguien... por muy solitarios que digamos que somos.

Y así, seguimos en una vida que más o menos nos ha venido dada. Una vida que no nos disgusta lo suficiente como para decidirnos a cambiarla. Porque realmente, el mayor de los errores, es el conformismo.

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